

Campos semánticos y traducción bíblica
Muchas veces se argumenta que una traducción bíblica es mejor que otra midiendo con parámetros erróneos. Lo común es comparar un mismo versículo entre una y otra versión y, de acuerdo a nuestra posición doctrinal previa o suposición del contexto bíblico, decimos: ¡Esta traducción es mejor, me gusta más! Es así como a veces preferimos una versión bíblica por gusto personal (es más fácil a mi entender) sin pasar antes por el filtro de la “fidelidad bíblica”, que es algo central en la cuestión de traducir la Palabra de Dios.
Hoy por hoy, en materia de traducción bíblica, se ha llegado mucho a la ambigüedad y al relativismo, a tal punto que en pro de las nuevas ciencias lingüísticas hay muchas veces una adulteración del significado original de los pasajes de las Escrituras. Si bien el principio de nuestra Sociedad es la traducción por equivalencia formal, en este artículo vamos a explicar cómo los traductores tienen que enfrentar “elementos artísticos” a la hora de traducir la Biblia. La intención es demostrar que el método de equivalencia formal no es un método mecánico o tosco para traducir, sino que también tiene en cuenta varios elementos que hacen a la ciencia de traducción. En esta oportunidad, vamos a hablar del campo semántico.
¿Qué es un campo semántico?
Por definición, un campo semántico es un conjunto de palabras cuyo significado comparten algo en común (aunque cada palabra tenga su significado propio). ¿Estamos hablando de lo que se conoce como “sinónimos”? Es algo similar, aunque no exactamente lo mismo, ya que los sinónimos son palabras mayormente con igual significado. La mejor forma de entender esto es con un ejemplo:
Busquemos los sinónimos de la palabra “mundo”:
1 – Cosmos, universo, creación, orbe.
Planeta:
2 – Planeta, astro, tierra, globo, globo terráqueo.
Ámbito:
3 – Ámbito, ambiente, área, campo, terreno, dominio, círculo.
Humanidad:
4 – humanidad, raza, sociedad.
Ahora busquemos palabras dentro del campo semántico de mundo:
– Continente, geografía, mapa, atmósfera, ecosistema, etc. (esto sería lo que se denomina un campo semántico del tipo “asociativo”).
Como podemos ver, en alguna medida los sinónimos se conectan con los campos semánticos, pero el asunto principal que nos ocupa es entender por qué una palabra en el original de la Biblia puede traducirse de diversas formas, es decir, por otras palabras que estén dentro de ese campo semántico. Nos preguntamos: ¿Qué determina escoger entre varias palabras? Lo determina mayormente el contexto.
Como frase consagrada podemos decir que “el contexto es el rey” en materia de traducción. Esto no es nada nuevo, ya que desde las traducciones de la Reforma protestante (en nuestro caso la Biblia Reina Valera) se tenía en cuenta el contexto a la hora de traducir. Si bien el estudio de la lingüística ha avanzado a través de los siglos, no obstante, las versiones antiguas también, a la hora de traducir, tomaban el significado de una palabra individualmente y veían su aplicación al contexto semántico tanto como a la luz de la influencia de otras palabras (contexto literario). Nunca fueron traducciones mecánicas u oscuras en significado. Sí, por supuesto, pueden mejorarse.
Una ilustración
Continuando con la palabra “mundo”, vayamos ahora al texto griego del Nuevo Testamento para entender su campo semántico.
Si uno consulta un lexicógrafo, por ejemplo, Strong, que es muy conocido en nuestro mundo hispanohablante (pero quizá no el más completo), podríamos tener como definición de “mundo” lo siguiente:
Concordancia Strong
kosmos: mundo, atavío, siglo, orden, el mundo.
Palabra Original: κόσμος, ου, ὁ
Parte del Discurso: Sustantivo, masculino
Transliteración: kosmos
Ortografía Fonética: (kos’-mos)
Definición: mundo, atavío, siglo, orden, el mundo.
RVR 1909 Número de Palabras: mundo (185), atavío (1), siglo (1).
Como vemos, “kosmos” significa en primera instancia “mundo”, pero también (dependiendo del contexto) puede significar “atavío, siglo, orden o el mundo (entero)”. Podemos darnos cuenta de que no se trata de sinónimos, porque ¿qué relación sinónima tiene “mundo” con “atavío/adorno/lujo”? Son, pues, palabras dentro del mismo campo semántico y están relacionadas por algún rasgo en común.
De esta manera, podemos leer kosmos traducido como “mundo” en Juan 3:16 “de tal manera Dios amó al mundo”, pero en 1 Pedro 3:3, por ejemplo, en nuestra versión Reina Valera SBT la misma palabra griega está traducida como “lujosa”[i]:
“El adorno de las cuales no sea el exterior, con cabellos ostentosos y atavío de oro, o en vestir ropa lujosa.”
Esto es también para distinguir con “adorno” y “atavío” que corresponden a otros términos griegos dentro del mismo versículo. Traducir en este caso kosmos como “lujoso” lo determina el contexto de ostentación que nos habla el pasaje[ii].
Para fijar mejor el concepto, podemos imaginarnos gráficamente un conjunto donde en el centro del círculo se encuentra la palabra que más se correspondería al significado usual del griego (mundo), pero que a medida que vamos hacia el borde nos encontramos con otras palabras que están dentro de este mismo campo semántico, pero con un significado un poco más distante del usual o principal (siglo, orden etc.). Entonces, podemos decir que traducir por equivalencia formal también incluye la tarea de traducir las palabras dentro de cada campo semántico según el contexto.
¿Leche «espiritual» o «racional»?
Otro ejemplo lo podemos ver en el uso del término griego logikos, que según Strong es:
logikos: espiritual, racional, razonable.
Palabra Original: λογικός, ή, όν
Parte del Discurso: adjetivo
Transliteración: logikos
Ortografía Fonética: (log-ik-os’)
Definición: espiritual, racional, razonable.
RVR 1909 Número de Palabras: espiritual (1), racional (1).
Dependiendo del contexto, tenemos traducida la misma palabra en nuestra versión Reina Valera de dos maneras distintas:
-En Romanos 12:1 leemos: “vuestro culto racional.”
-En 1 Pedro 2:2 leemos: “la leche espiritual no adulterada.”
En la primera instancia se traduce logikos por el término “racional” y en la segunda por “espiritual”. ¿Por qué sucede así en nuestra versión en español? En griego hay un término característico para traducir “espiritual” y es la palabra pneumatikos (πνευματικός) que aparece 17 veces en el texto griego del Nuevo Testamento. Pero en Romanos 12:1 no aparece pneumatikos, sino logikos, y por ende traducimos “racional”, que sería su significado central. Pero traducir “racional” en 1 Pedro 2:2 (donde tenemos también logikos) no sería muy conveniente, ya que decir “leche racional” no tiene sentido en nuestro idioma. El apóstol Pedro está usando una metáfora; así como hay una “leche material” para alimentar a un bebé recién nacido, paralelamente también hay una “leche espiritual” para alimentar al creyente. Se prefiere por eso la traducción “espiritual” por contraposición a “material”. Otras versiones traducen “leche de la palabra”, quizá siguiendo la opción de la versión King James en inglés. Pero nuestra Biblia en español tiene su propia identidad. La original Reina Valera de 1602 leía “leche racional”; luego la revisión de 1909 lo cambió a “espiritual,” y nosotros lo mantenemos así porque creemos que es una corrección válida a la Reina Valera original.
En resúmen
En la actual revisión de la Biblia Reina Valera, hemos tratado de mantener la mayoría de las veces las distintas opciones del traductor (Reina) y revisor (Valera). Sólo en algunos casos nos hemos visto en la obligación de cambiar palabras para mejorar el sentido, pero siempre teniendo en cuenta dicha palabra dentro de su propio campo semántico respecto a los idiomas originales hebreo y griego.
REFERENCIAS
[i] Si bien es sustantivo en el original, se traduce como adjetivo por razones del caso genitivo griego (Lit. lujo de vestir de ropa).
[ii] En nuestro idioma la palabra “cosmético” se deriva de este término griego. Está relacionado con el sentido de mejorar (embellecer, adornar) la apariencia de alguien.