

¿Conservaremos la palabra “Verbo” en nuestra revisión?
A menudo se nos ha consultado acerca de si mantendríamos la palabra “Verbo” en la revisión que la Sociedad Bíblica Trinitaria está realizando a la Reina Valera 1909. Los siguientes párrafos describen los argumentos en contra y a favor de la inclusión del término “Verbo”, y cuál es la decisión a la que arribó el comité ejecutivo de revisión, que cuenta con el apoyo de comités de lectura en diferentes países de Latinoamérica.
Para entrar en el tema, contestaremos dos cuestiones:
1- ¿En cuántos versículos del Nuevo Testamento aparece la palabra “Verbo”?
Respuesta: En 5 versículos: Juan 1:1; 1:14; 1ª Juan 1:1; 5:7 y Apocalipsis 19:13.
2 – ¿A partir de qué año aparece esta palabra en la Biblia Reina Valera?
Respuesta: Aparece a partir de la revisión del año 1862 y fue conservada en la de 1909.
Es una palabra entendida por la iglesia hispana protestante
La gran mayoría de iglesias evangélicas de Latinoamérica y España fueron formadas en sus inicios por la predicación de la versión Reina Valera 1909. Si bien ya existía su antecesora, la Reina Valera 1862, la iglesia protestante hispana tomó más auge en el siglo XX, por tener más campo de acción y menos persecución por parte de la iglesia católica. Durante el siglo XIX, muchas de la Biblias que llegaban a “Las Américas” eran retenidas en los puestos aduaneros y decomisadas por las autoridades gubernamentales, que siempre tenían alguna infiltración católica. No obstante, al pasar los años, los distintos países de Latinoamérica lograron su independencia y establecieron su forma de gobierno, y la Reina Valera 1909 se abrió paso para ser la Biblia no solamente iniciadora de la obra protestante en Latinoamérica, sino que se transformó en la Biblia de norma para la iglesia hispanoparlante. Millones de creyentes y miles de iglesias y seminarios crecieron bajo la lectura de la Reina Valera 1909. Los seminarios bíblicos evangélicos hispanos siempre entendieron que el “Verbo” era la segunda persona de la Santísima Trinidad. Históricamente, nunca dio lugar a equívocos. Algunos argumentan que la palabra “Verbo” viene de la Vulgata Latina y que es un término católico. Si bien es cierto que “Verbum” figura en la Vulgata, no obstante el acontecer histórico determinó que la iglesia protestante hispana adoptara el término en toda su literatura cristiana publicada hasta la fecha. No es, en ningún modo, un término privativo de la iglesia católico romana.
Presentamos algunos ejemplos de la literatura clásica traducida al español donde se utiliza “Verbo”.
-La razón más simple del por qué se llama Verbo al Hijo de Dios, parece ser, que como nuestras palabras explican nuestras ideas a los demás, así fue enviado el Hijo de Dios para revelar el pensamiento de Su Padre al mundo. Lo que dice el evangelista acerca de Cristo prueba que Él es Dios. Afirma su existencia en el comienzo; su coexistencia con el Padre. El Verbo estaba con Dios. Todas las cosas fueron hechas por Él, y no como instrumento.
Comentario de Matthew Henry sobre Juan capítulo 1 (Publicado por Editorial Unilit).
– Y, dice el Apóstol, vimos Su gloria, gloria que le reveló como el Unigénito del Padre. Aquí se enseña que una persona verdaderamente divina, el Verbo eterno, el Creador del mundo, se hizó hombre, moró entre los hombres, y se reveló a Sí mismo a aquellos que tenían ojos para ver, como el Hijo eterno de Dios. Aquí tenemos toda la doctrina de la encarnación, enseñada en los términos más explícitos.
Teología Sistemática de Charles Hodge – Tomo II – Capítulo III – La Persona de Cristo – pag. 83.
– El Evangelio de Juan comienza llamando «el Verbo» al Hijo de Dios y como tal, este transmite y comunica de parte de Dios. El término griego es logos, y los griegos lo emplearon en dos sentidos: «La palabra» puede verse como lo que está dentro de una persona cuando se refiere a su pensamiento o a su razón, o también puede ser la palabra que sale de la persona…
Glosario Holman de términos bíblicos – El Verbo – pag. 420.
Si vamos al aspecto netamente técnico, sabemos que la Reina Valera 1602 tenía el término “Palabra”, y no “Verbo”. Bajo este aspecto, se podría haber optado por reemplazar sistemáticamente esta palabra en los cinco versículos del Nuevo Testamento donde aparece (hubiera sido muy fácil realizar este cambio), pero este cambio desconcertaría a los tradicionales lectores de Reina Valera, por no decir a todo los lectores cristianos de habla hispana, los cuales leen “Verbo” en toda su literatura cristiana desde diccionarios, enciclopedias y traducciones de toda literatura clásica (Agustín, Lutero, Calvino etc.). Por tal motivo se decidió en esta revisión buscar una solución intermedia, como se explicará más adelante.
Es una palabra avalada por los diccionarios actuales
La palabra “Verbo” es parte de nuestro idioma; los católicos no son los dueños de ella, y por eso figura en el Diccionario de la Real Academia Española como: 3. m. Segunda persona de la Santísima Trinidad.
Si el diccionario le hubiera puesto a esta palabra una acepción expresamente católica, desde ya la rechazaríamos de plano, pero no es el caso. Es digno de mencionar que en esta revisión estamos cambiando la palabra «pontífice» a «sacerdote» como muestra que no queremos emplear términos católicos en nuestra revisión. Según el D.R.A.E «pontífice» es: 2. m. por antonom. Prelado supremo de la Iglesia católica romana. Sumo, Romano Pontífice. (Por esta razón utilizamos esta palabra).
Ejemplos de otros diccionarios de habla hispana:
María Moliner
Verbo: Dios Hijo. *Jesucristo
Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe.
Segunda persona de la Santísima Trinidad. Suele escribirse con mayúscula: …y el Verbo se hizo carne.
«Verbo» es nombre masculino en español
Descolocaría mucho al lector hispano cambiar «el Verbo», que es masculino, por » la Palabra» que es femenino. Por otro lado, en griego, logos es masculino singular. Hay que tener en cuenta que Juan hace un uso especial de personificación del término logos. Esta singularidad no ocurre con los otros evangelistas y escritores bíblicos. Si vemos detalladamente el contexto de los cinco versículos donde aparecen, presentan un uso especial de la palabra logos como personificación. Por supuesto, se trata de la persona de Cristo. Por otro lado, el D.R.A.E no da ninguna acepción de que «Palabra» sea la segunda persona de la Trinidad. La relación entre «palabra» y Dios, el D.R.A.E la define: 1. f. El Evangelio, la Escritura, los sermones y doctrina de los predicadores evangélicos. Cuando en español decimos «La Palabra» o «Su Palabra» (hablando de Dios), son alusiones directas a La Biblia, Las Santas Escrituras.
Por tal razón si sustituimos «Verbo» por «Palabra» sin aclaraciones, luego de un siglo y medio de uso, un lector descuidado podría llegar a inferir que este término no tiene relación con un ser personal, como lo es la segunda persona de la Trinidad, sino con el sentido literal de «La Palabra» (de Dios).
El término «verbo» y la revisión de la Sociedad Bíblica Trinitaria
Como hemos explicado, no se puede cambiar de “Verbo” a “Palabra” sin generar desconcierto actual en el lector hispano. Por otro lado, debemos reconocer que la original RV1602 tenía “Palabra” y fue la opción de los traductores. Por tal motivo, para unir esta divergencia, optamos por conservar en el texto el término “Verbo”, pero con una nota al margen haciendo referencia al término griego logos o “Palabra”. La costumbre de usar notas al margen fue ampliamente utilizada por Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, ya sea para aclarar algún término difícil o para ampliar algún significado. Con esta opción de notas al margen el lector común podrá estar avisado que se trata del término griego logos y que en otras ocasiones se traduce como “palabra”.