mes de la biblia
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¿Por qué se recuerda septiembre como «El mes de la Biblia»?

Para la Sociedad Bíblica Trinitaria, todos los días podrían considerarse como «El día de la Biblia», en consonancia con lo expresado en Josué 1:8.

Nunca se apartará de tu boca el libro de esta ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que cuides de hacer conforme a todo lo que en él está escrito, porque entonces harás prosperar tu camino y entonces todo te saldrá bien. (Josué 1:8 RV-SBT)

Este pasaje invita a la lectura y meditación constante de las Santas Escrituras como guía de nuestra vida espiritual para «todos los días». Sin embargo, es comprensible que muchos cristianos elijan conmemorar de manera especial el mes de septiembre como el «Mes de la Biblia». Pero ¿qué tiene de particular este mes para merecer tal distinción?

La razón se halla en un evento histórico para los creyentes de habla hispana: el 28 de septiembre de 1569 se publicó por primera vez la Biblia completa en español, traducida directamente desde las lenguas originales, es decir, el hebreo, arameo y griego. Esta gran obra de traducción fue realizada por Casiodoro de Reina, un ex monje católico convertido a Cristo que dedicó 12 años de su vida a esta ardua tarea, en un ambiente de grandes persecuciones a manos de la Inquisición española.

Casiodoro de Reina surgió en un contexto en el que la Inquisición española perseguía con dureza cualquier esfuerzo de traducir las Escrituras, considerándolo una forma de herejía. A pesar de enfrentar este ambiente hostil, Reina desafió valientemente el sistema religioso dominante con una traducción que se distanciaba de las interpretaciones católicas tradicionales. Su obra no solo marcó un hito en la teología, sino que también tuvo resonancia en los campos social y político. Antes de su contribución, el acceso al texto bíblico estaba restringido al latín de la Vulgata y sometido al filtro del magisterio eclesiástico de la Iglesia Católica Romana. Con la traducción de Reina, se rompió ese monopolio eclesiástico, permitiendo que, por primera vez, el pueblo hispano tuviera «libre acceso» a las Escrituras en su propio idioma.

En la introducción a su traducción, Casiodoro de Reina articula con claridad su anhelo de que la «luz» del Evangelio no solo ilumine a su comunidad hispana, sino que también frustre los intentos de Satanás de mantener al pueblo en «tinieblas» de error e ignorancia. Este deseo queda plasmado en sus propias palabras

Intolerable cosa es a Satanás, padre de mentira y autor de tinieblas, (Cristiano lector), que la verdad de Dios y su luz se manifieste en el mundo; porque por este solo camino es deshecho su engaño, se desvanecen sus tinieblas y se descubre toda la vanidad sobre que su reino es fundado, de donde luego está cierta su ruina. Y los míseros hombres que tiene ligados en muerte con prisiones de ignorancia, enseñados con la divina luz se le salen de su prisión a vida eterna y a libertad de hijos de Dios.

Es asombroso que la primera edición de la Biblia en español tuviera que superar tantas barreras para ser publicada, especialmente considerando la fuerte resistencia de la Iglesia Católica y la Inquisición. La obra incluso tuvo que ser impresa en Basilea, Suiza, donde las ideas de la Reforma Protestante eran más aceptadas. Esta versión, más conocida como «La Biblia del Oso», tuvo que vencer incontables desafíos antes de recibir el reconocimiento y la difusión que justamente merecía.

Aunque carecemos de mucha información histórica para corroborarlo, la portada de la Biblia del Oso, que toma como referencia el emblema del impresor Matthias Apiarius, parece estar cargada de simbolismo. El oso que intenta alcanzar la miel podría simbolizar el anhelo del pueblo por acceder a la Palabra de Dios, que en la Biblia se compara con la «miel». En contraste, el mazo en el árbol podría simbolizar las barreras impuestas, quizá un alusión al catolicismo que en su tiempo prohibía la traducción de las Escrituras. En conjunto, la imagen podría reflejar la misión de Casiodoro de Reina de hacer la Biblia accesible al pueblo. La primera tirada contó con aproximadamente 2,600 ejemplares, una cifra notable considerando las limitaciones tecnológicas y logísticas de la época.

En este contexto, la reciente revisión de la Biblia Reina-Valera por la Sociedad Bíblica Trinitaria («RV-SBT») aspira a mantener intacta la identidad de esta versión, que ha sido un pilar para los creyentes hispanohablantes a lo largo de los siglos. Al recordar el 28 de septiembre, día de su primera publicación en 1569, no solo destacamos una versión bíblica, sino que valoramos una traducción fiel a los textos originales que ha dejado un legado invaluable para el mundo hispano. Todo ello en consonancia con las palabras de Isaías 40:8, el versículo «preferido» por Reina:

Se seca la hierba, se cae la flor, mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.

¡A Dios sea toda la gloria!