Una valoración igual de la Palabra de Dios es visible en los apóstoles de nuestro Señor; pues ellos trataban a las antiguas Escrituras como con autoridad suprema, y se apoyaban en todas sus enseñanzas con pasajes de la Santa Escritura. Un sumo grado de deferencia y de homenaje es otorgado al Antiguo Testamento por los escritores del Nuevo Testamento. Nunca encontramos a ningún apóstol cuestionando el grado de inspiración de este libro o de aquél. Ningún discípulo de Jesús cuestiona la autoridad de los libros de Moisés, o los libros de los Profetas. Si tú quieres dudar de su inspiración o sospechar de su autoridad, no encontrarás ninguna simpatía en la enseñanza de Jesús o de cualquiera de sus apóstoles. Los escritores del Nuevo Testamento estudian con reverencia el Antiguo Testamento y reciben las palabras de Dios como tales, sin hacer ninguna pregunta de ningún tipo.Tú y yo pertenecemos a una escuela que va a continuar haciendo lo mismo, y que los demás adopten el comportamiento que prefieran. Para nosotros y para nuestra casa, este Libro invaluable permanecerá siendo la norma de nuestra fe y el sostén de nuestra esperanza en tanto que vivamos. Otros pueden elegir los dioses que quieran y seguir a las autoridades que prefieran; pero en lo que a nosotros respecta, el glorioso Jehová es nuestro Dios, y en lo relacionado a cada doctrina de toda la Biblia, nosotros creemos que «la boca de Jehová lo ha dicho.»
«Porque la boca de Jehová lo ha dicho.» Isaías 1:20

Un sermón predicado la mañana del Domingo 11 de Marzo, 1888 por Charles Haddon Spurgeon